sábado, 6 de febrero de 2010

El Poder de la Palabra


¿La escritura puede hacer que algo cambie?

Sí, lo creo profundamente. Sin esa fe no podría escribir. Desde luego soy conciente de todas las restricciones que nos ponen las
circunstancias, las situaciones, la historia y el tiempo. Por ello mi fe, aunque profunda, no es absoluta, no es ciega.

¿En qué consiste la principal restricción? La escritura sólo raras veces, en casos excepcionales, influye en la gente. Y, en el transcurso de la historia, no lo hace de forma directa, radical y de inmediato. La reacción a la palabra escrita es más bien mediata. En el primer momento puede ser incluso invisible, indetectable.

Necesita tiempo para llegar a la conciencia del receptor, necesita tiempo para empezar a formar o cambiar esa conciencia. Sólo después de un largo camino podrá influir en nuestras decisiones, actitudes y acciones.
El que la escritura produzca cambios no lo deciden sólo los autores, sino sobre todo los lectores: su sensibilidad y confianza en la palabra, su prontitud y deseo para reaccionar a la palabra recibida.

Es también importante el contexto, el ambiente, el estado de una cultura imperante en que esa palabra cae y es recibida.


Con frecuencia estas son las circunstancias que pueden debilitar e incluso aniquilar el valor y la fuerza de la palabra escrita y sobre la cual el autor de un texto no tiene mayor influencia.

"Guerras de versos"

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